Nuestra fuente de suministro incluso en épocas de escasez

Entonces Elías Thisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, delante del cual estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y fue a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está delante del Jordán; Y beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue, é hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y asentó junto al arroyo de Querit, que está antes del Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne a la tarde; y bebía del arroyo. 1 Reyes 17:1-6

El Profeta Elías fue llamado por Dios para confrontar a la nación de Israel  por ir detrás de otros dioses. Elías era un hombre de fe y un hombre de oración. El entendió de la palabra de Dios, que el Señor detendría la lluvia si su pueblo se volvería a servir a otros dioses. Y el sabia que al orar de acuerdo a la palabra de Dios, el podría hacer volver la lluvia, una vez que el pueblo se hubiera purgado de los dioses ajenos. Así, el pudo decir al rey Acab, que no caería la lluvia excepto por su palabra. Entonces el Señor envió a Elías al arroyo de Querit, para resguardarlo del rey Acab.

La falta de lluvia causo hambruna, ¿Como sobreviviría Elías sin comida? Esto no seria un problema, porque el Señor era el manantial de Elías. Elías había servido al Señor y cumplido sus propósitos como la prioridad en su vida. Todo lo que tenia que hacer era obedecer la instrucción del  Señor. Allí en el arroyo estaba la provisión del Señor para Elías. El Señor envió a cuervos para que le trajeran comida. ¿Que hubiera pasado si Elías se hubiera ido a otros arroyos? Pasaría hambre, porque los cuervos fueron enviados unicamente al arroyo de Querit.

Podemos también contar con el Señor que sea nuestro manantial, al rendirnos a cumplir con sus propósitos; al escuchar por su instrucción y obedecerle. Nuestra provisión nos esta esperando al punto de nuestra obediencia. Descubre lo que el Señor desea que hagas hoy y hazlo.