No se nos ha dado un espíritu de temor: Dios no me ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7
No tenemos espíritu de esclavitud para temer: No recibí un espíritu que me esclavice otra vez al miedo, sino que he recibido el espíritu de adopción, por el cual clamo: “Abba Padre”. Romanos 8:15
Liberados del temor a la muerte: Cristo compartió nuestra humanidad, para anular mediante la muerte, al que tiene dominio de la muerte, es decir al diablo, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida. Hebreos 2:14, 15
El perfecto amor echa fuera el temor: En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor espera el castigo. Así que no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18
El Señor mi ayudador: Señor, tú me has dicho que no me dejaras, ni me desampararas. Así que valientemente digo, “El Señor es mi ayudador. No temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Hebreos 13:5, 6
Librado de todos mis temores: Busqué al Señor, y el me respondió, me libro de todos mis temores. Porque yo continuo buscándolo, estoy radiante, mi rostro jamás esta cubierto de vergüenza. Salmos 34:5, 6
El Señor es mi refugio: No temeré el terror de la noche, ni de las flechas que vuelen de día, ni la peste que aseche en la oscuridad, ni la plaga que destruya al mediodía… porque hice al Señor mi refugio, y al Altísimo mi protección, ningún mal ha de sobrevenirme, ni ninguna calamidad tocara mi hogar. Salmos 91:5, 6, 9, 10
No temeré mal alguno: Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tu Señor estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmos 23:4
El Señor es la fuerza de mi vida: El Señor es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se allegaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque una multitud se acampe contra mí, No temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, Yo aun tendré confianza. Salmo 27:1-3
Paz no como el mundo la da: Cristo me ha dejado su paz. Su paz me ha dado y no la paz que le mundo da. Por lo tanto, no permito que mi corazón este preocupado o temeroso. Juan 14:27
No temas lo que otros temen: ¿Y quién es aquel que me podrá dañar, si yo sigo a los que hacen el bien? Pero si alguna cosa padezco por hacer bien, seré bienaventurado. Por tanto, no temeré por el temor de ellos, ni seré turbado. 1 Pedro 3:13, 14
No estoy asustado por los adversarios: Y en nada estoy intimidado por mis adversarios: que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para mi de salvación; y esto de Dios; Porque se me ha concedido por Cristo, no sólo que crea en él, sino también que padezca por él. Filipenses 1:28,29
Busca primero el Reino: Así que no me preocupare, diciendo: ¿Qué comeré, o qué beberé, o con qué me cubriré? Porque los paganos buscan todas estas cosas: y el Padre Celestial sabe que las necesito. Mas busco primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas me serán añadidas. Así que, no me angustio por el día de mañana; que el día de mañana traerá sus afanes: basta cada día con sus problemas. Mateo 6:31-34
Guardado por la paz de Dios: Por nada estoy ansioso; sino que llevo todo petición delante de Dios en oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará mi corazón y mis pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6, 7
Echando toda ansiedad sobre El: Dios resiste a los orgullosos pero da gracia a los humildes, por eso yo me someto a la poderosa mano de Dios, para que el me exalte a su debido tiempo, deposito sobre el toda ansiedad, porque el tiene cuidado de mi. 1 Pedro 5:5-7
No temer a las conspiraciones: Porque el Señor me hablo fuertemente, y me advirtió que no siguiera el camino de este pueblo, diciendo: No digas, conspiración, a todas las cosas a que este pueblo dice, conspiración, ni temas lo que temen, ni tengas miedo. Isaías 8:11-12
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