Una introducción a la confesión: Siempre obtienes lo que confiesas

¿Has pensado lo importante que son las palabras en tu vida diaria? Las palabras son poderosas. Compara a la humanidad con el resto de la creación y veras que solo los humanos pueden formular y decir ideas a través de las palabras. Con nuestra única habilidad de usar palabras podemos comunicar nuestros pensamientos, esperanzas y sueños, no solo a los que están a nuestro alrededor pero también a los que se encuentran en tierras lejanas y a personas de futuras generaciones. Las palabras tienen gran versatilidad. Podemos usar las palabras para:

  • Expresar nuestra profunda pena o nuestro mayor gozo.
  • Consolar a aquellos que están dolidos.
  • Energizar a aquellos que se sienten derrotados.
  • Instruir a los que no tienen experiencia.
  • Advertir a los que son desobedientes
  • Dar educación a los que buscan conocimiento.

¡Y hasta podemos usar palabras para pedir una pizza!

La gran cosa sobre las palabras es que son el recipiente que nos permite trasmitir toda clase de conceptos. Las palabras pueden contener emociones como gozo o amor. Pueden contener nuestra esperanza como la fe o la duda. Pueden contener nuestra opinión, nuestros prejuicios o temores. Hasta pueden llevar ideas equivocadas, mentiras y decepciones. Así, nosotros los humanos tenemos este poder de expresarnos a través de las palabras. Este poder nos fue dado por Dios. Fuimos hechos a la imagen de Dios como seres espirituales con el poder de decir palabras. En el libro de Génesis encontramos que después que Dios creo al hombre lo puso a trabajar poniéndole nombre a pájaros y animales (Génesis 2:19,20)

Dios también usa palabras. Mirando el primer capitulo de Génesis vemos que el poder creativo de Dios se liberaba a través de las palabras: “Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz,” Génesis 1:3. El escritor de Hebreos explica que fue a través de palabras que Dios ordeno el Universo: “Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía,” Hebreos 11:3. Como uso Dios su palabra? El apóstol Pablo nos dice en Romanos 4:17 que: , “Dios… llama las cosas que no son, como las que son.” Dios no llamo o nombro las cosas como aparecieran, las llamo de acuerdo a lo que el quería que fueran. Esto es similar a lo que Jesús enseno a sus discípulos en Marcos 11:

Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces Pedro acordándose, le dice: Maestro, he aquí la higuera que maldijiste, se ha secado. Y respondiendo Jesús, les dice: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere á este monte: Quítate, y échate en la mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas. Marcos 11:20-25

Los discípulos estaban asombrados de lo que le había pasado a la higuera. Jesús les dijo que con fe en Dios, o literalmente, “la clase de fe de Dios” ciertamente ellos podrían experimentar los mismos resultados al:

  • Creyendo y no dudando en sus corazones.
  • Hablando al problema.
  • Y perdonando a cualquiera que les haya hecho daño.

Los que reúnen estos requisitos tendrán lo que dicen. Jesús también enseño la misma verdad e Mateo 17:20, 21:21-22; y Lucas 17:6. Pero el creer no se realiza a través de la mente del hombre, pero a través de su corazón o espíritu; es más que una ascensión mental o un pensamiento de deseo. Proverbios 3:5 nos dice que debemos poner nuestra confianza en el Señor con todo nuestro corazón. La mente confía en lo que puede ver y explicar. La fe por el otro lado no mira a ninguna evidencia, pero se confía en la apropiación de las promesas especificas reveladas en la palabra de Dios. Lo que Dios ha hablado es verdad. Ponemos nuestra confianza en Dios que realizara lo que ha prometido. Aquellos que conocen a Dios reconocen que el es fiel y trabaja para cumplir sus promesas cuando reunimos sus condiciones.

Una y otra vez la palabra de Dios enfatiza la importancia de las palabras que hablamos. De acuerdo a Proverbios 18:20-21:

Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; se hartará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.

Aquí el escritor de Proverbios nos dice que nuestras vidas son el resultado de las palabras que salen de nuestra boca, y aquellos que reconocen su poder y lo utilizan serán satisfechos con sus frutos. Esto es justamente lo que dijo Jesús en Mateo 12:

O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, ó haced el árbol corrompido, y su fruto dañado; porque por el fruto es conocido el árbol. Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio; Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Mateo 12:33-37

O toma por ejemplo recibir a Jesús como Salvador y Señor de nuestras vidas. Romanos 10:9-10 dice, “Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud.” Entonces cuando una persona se da cuenta que Jesús murió para pagar la pena de sus pecados y que el regalo de Dios de la vida eterna esta disponible a cualquiera que haga a Jesús su Salvador y Señor. Que tiene que hacer? Creer; esto es creer que lo que la Biblia dice sobre la muerte de Jesús, su resurrección y Señorío. Y como esta persona demuestra esta creencia? Confesando; esto es decir, el esta de acuerdo con que Jesús es quien la Biblia dice: Jesús se levanto de los muertos y es Señor.

La palabra confesión en el Nuevo Testamento es la palabra griega, “homologeo” que significa estar de acuerdo, o hablar la misma cosa, entonces a la luz de lo que hemos leído en Marcos 11 tomemos un momento y preguntémonos ¿que clase de palabras hemos estado confesando? ¿Hemos sido culpables de habar dudas e incredulidad a nuestros problemas? ¿Hemos estado de acuerdo o hablando la misma cosa de nuestras circunstancias o hemos estado hablando lo mismo que la palabra de Dios? Jesús nos dice que la persona que cree lo que dice tendrá lo que el dice. Así que si hemos estado experimentando cosas negativas como perdidas, enfermedad, fracaso, soledad, rechazo, tragedia, desentendimiento y falta de esperanza, entonces debemos chequear lo que hemos estado confesando con nuestras bocas y creído en nuestros corazones.

Ahora, vemos de ejemplos de la Biblia que Dios no hablo palabras de duda o incredulidad. El dijo palabras que reflejaban sus expectativas. Cuando el ángel del Señor visito a Gedeón en Jueces 6 le dijo, “Jehová es contigo, varón esforzado.” Por supuesto que Gedeón era todavía un cobarde, pero el demostró su valor al obedecer las instrucciones del Señor. Entonces vemos que cuando Dios habla, las circunstancias cambiaran. Vean lo que esta escrito en Isaías 55:10-11, “Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que harta la tierra, y la hace germinar y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá á mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” La palabra que Dios habla cumple los propósitos que planeo. Ahora sabemos que Jesús nos dijo que le hablemos a nuestros problemas. Que clase de palabras; palabras de Dios. Palabras basadas en la palabra de Dios. Que dice la Biblia que sucede cuando comenzamos a hablar la palabra de Dios por nuestra boca, a nuestros problemas o a nuestras vidas?

  • Dice que Dios esta cuidando que su palabra sea realizada, Jeremías 1:12
  • Dice que los ángeles obedecen la voz de la palabra de Dios, Salmo 103:20
  • Dice que mantener la palabra de Dios en nuestras bocas, meditando en ella y obedecerla hará nuestros caminos exitosos y prósperos.
  • Dice que Jesús es el gran sacerdote de nuestra confesión; al creer y obedecer la palabra de Dios, el la hace realidad. Hebreos 3:1, 4:14, 10:23

De la abundancia del Corazón habla la boca y siempre obtenemos lo que decimos. Por lo tanto, nosotros, como hijos de Dios necesitamos hacernos cargo de nuestro destino y comenzar a confesar la palabra de Dios. La Biblia esta llena de declaraciones de fe, palabra llenas de la fe de Dios. Como participantes de la naturaleza divina de Dios (2 Pedro 1:4) debemos comenzar a llamar las cosas que no son en nuestras vidas como si fueran (Romanos 4:17), de acuerdo a la palabra de Dios. Como Josué no debemos dejar que la palabra de Dios se vaya de nuestra boca, que se haga raíz en nuestros corazones y declararla. (Josué 1:8). Toma por ejemplo la confesión por Pablo en Gálatas 2:20:

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.

¿Que sucede cuando uno dice esta declaración? Se identifica a si mismo con la muerte y resurrección de Cristo. Se conecta con Cristo quien vive dentro de uno y proclama que su vida ahora esta basada en la fe en Cristo quien nos ama y se ha dado a si mismo por nosotros.

Con este entendimiento del poder de la confesión te animo a tomar un tiempo cada día para confesar pasajes de la escritura, especialmente los que se aplican a tu situación. Y para ayudarte en esta práctica, he creado un número de confesiones en diferentes temas que puedes imprimir y tener para tu uso.

Déjenme terminar enfatizando cuan importante es tener la palabra de Dios en nuestros corazones y en nuestras bocas. El apóstol Pablo nos dice que Dios, “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos ó entendemos, por la potencia que obra en nosotros,” Efesios 3:20. ¿Que es este poder que esta trabajando en nosotros? Es fe en su palabra; es la palabra de Dios que tenemos escondida en nuestros corazones; y es la palabra que esta continuamente saliendo de nuestras bocas para confrontar las circunstancias y desafíos que vienen a nosotros del mundo, la carne y el diablo. Cuando hablamos palabras de fe, Dios se permite trabajar en nuestro lugar y nuestra fe le complace. Pero si no hablamos lo que creemos estaremos continuamente gobernados por nuestras circunstancias. Como cristianos no debemos movernos por lo que vemos (1 Corintios 15:58, 2 Corintios 4:18) sino que caminamos por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Esta es la actitud de aquellos que sufrieron persecución como el profeta Daniel cuando fue colocado en el foso de los leones por su práctica en la oración. Fue demostrado al profeta Ezequiel cuando hablo la palabra de Dios para que hablara en el valle de los huesos secos (Ezequiel 37:1-10). No tienes que experimentar sequía espiritual en tu vida. Puedes hablar palabras llenas de fe que cambiaran tus perspectivas y tus circunstancias. Como dice el escritor del libro de Hebreos,” Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió,” Hebreos 10:23.

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